domingo, 4 de diciembre de 2016

Lo que se supone que debe ser

La vida es como se supone que debe ser. Por eso, cada semana, las nominaciones nos mandan de vuelta a casa y expulsan al resto. No hay tiempo para preguntarse por qué se van los fuertes y nosotros, en cambio, seguimos aquí. Simplemente es como se supone que debe ser. Lo cierto es que cada día tengo que enfrentarme a la navaja de Ockham y creerme lo increíble, aunque al final nunca sea suficiente. Siempre me falta una última prueba de fe. Siempre tengo que volver, con un poquito menos de orgullo, a hacer lo que ordena el Gran Hermano. Porque quien te quiere te hace llorar pero quien te hace llorar te quiere un poco menos y te puede suplir con el alcohol y las fiestas y cualquier otro que pase. Es el precio que pagué por no estar solo. Es como se supone que debía ser.