domingo, 21 de agosto de 2011

Fueron ellos

Parece que sólo quedamos nosotros para entenderle y, que de los dos, tú eres quien le conoce mejor, con tanto adjetivo batallando de su lado. Sin embargo, detrás de su música no fuiste capaz de sacar la cara por quien nadie quiso como amigo, y así, perdiste el derecho que una vez habías ganado.
Los oscuros de corazón tiran fuerte y te quieren en su equipo. Ellos ya lo intentaron cuando lo que les palpitaba dentro todavía era de un rojo lustroso, y al caer, como todos alguna vez, decidieron no levantarse más y dedicarse a tirar al resto de personas que sí volvían a tener valor. Fueron ellos, y no tú, los que se llevaron su sonrisa y devolvieron un algo que ni siquiera el que hoy me hace sumar dos puede entender. Fueron ellos, y no yo, los que mintieron e intentaron que tú también te quedases sin nada dentro.
Él, mientras, se enciende y se apaga. Y lo haces tú, como si pulsaras sin parar uno de esos interruptores que crees que no funcionan pero que realmente dejan sin luz a media ciudad. Tu misión no es nada fácil y muchos ya se han quedado por el camino. Tú, tienes una gran ventaja: el resto, a diferencia de ti, no han aprendido a no vender el amor.

Y tú, además, ya sabes que lo que cuenta es guardar la felicidad en el corazón.

jueves, 4 de agosto de 2011

Un mensaje en el tiempo

Querido yo de 1997,

Hay algo que debes saber antes de que sea demasiado tarde. Algo que puede cambiar mi presente hoy. Pero, para que lo entiendas todo, tienes que saber lo que ha pasado en todo este tiempo. Lo primero de la lista, es que pocos te verán llorar en estos años, y, esos pocos, serán los que deban cruzar la pasarela y seguir de tu lado. Muchos corazones se erosionarán voluntariamente, son esos a los que una vez llamarás amigos, y, aunque realmente creo que lo fueron, ya no están. Encontrar una solución puede ser peor, y habrá un momento en el que sólo descubrirás que América no esta al principio de Sevilla. La decepción merecerá la pena por los recuerdos de tres personas que no serán tan amigos después de todo. Pero, si te soy sincero, todavía espero que al menos uno de ellos vuelva a mi equipo.

Hay algo que no va a cambiar, el invierno seguirá siendo invierno por mucho cambio climático que vendan por la tele. Lo sencillo para ti será complicado, por eso tendrás que aprender a que no te consuma la
vida lo que un día te la dió. Ni eso, ni la profesión de altos vuelos que finalmente escogerás. Aunque tú todavía piensas que te dedicarás a estudiar plantas debajo del mar, tu futuro está mucho más arriba. Mucho más de lo que puedes imaginar.

No lo creerás hasta que lo vivas, pero te tocará hacer de malo donde menos lo mereces, y sólo una canción contará tu verdadera historia. Encontrarás a quien parecerá dispuesto a todo. Incluso a decepcionarte. No lo sabes, pero tú siempre serás el primero en olvidar. ¡Y te parecerá mentira! Tú, siempre tan sentido y tan sufrido. Aprenderás a dejar las cosas donde ellas mismas decidieron quedarse, pero nunca entenderás los arrepentimientos tardíos de aquellos que se fueron, ni porque siempre los adioses se transforman en hasta luegos de esos que llegan con tanto retraso que ni siquiera les dejo entrar.

Ya sé que no puedes dejar de pensar en el que hubiera pasado si no hubieras tomado aquella decisión, si ella no hubiera decidido seguir su camino sin ti, si todo hubiese pasado de otra manera. Yo todavía
sigo pensando en todas esas cosas continuamente, pero si hubiera podido escoger que alguien me hubiera dado un consejo de pequeño sería este: no tiene sentido lo que no tuvo lugar, pues no ocurrió. Y pasa mucho tiempo hasta que te das cuenta que la cosa no es sobrevivir, si no sobre vivir.

Con 2000 contradicciones, 8 para septiembre, 16 temas sobre los que no querrás hablar, 2 caminos, 3 ciudades vetadas, 150 palabras, 257 sentimientos que, tras el enfriamiento global que te convirtió en alguien frío, eres incapaz de sentir y manteniendo el 21 como número favorito, has llegado hasta aquí. Y, ¿sabes?, todo ha merecido la pena. Porque septiembres y exámenes hay muchos, casi tantos como contradicciones. Y porque las ciudades vetadas las cambio por otras que no tenga repetidas y me formo un piso para tres con un poquito de Reus y otro poco de Santander.

Y te escribo todo esto, porque las 150 palabras que vuelan por aquí abajo están luchando con todas sus fuerzas para derretir el hielo que todavía mantiene congelados los 257 sentimientos. Y, cuando lo consigan, me situarán frente a los 2 caminos que me llevarán de vuelta a no ser 1. Y tienes que saber que todo el desengaño que un día se siente, todo lo que piensas que no se arreglará, todo, merece la pena.

Tienes que hacerme caso, no bajar la guardia y, mucho menos, la cabeza. Ya lo decía aquella película que, 14 años más tarde, todavía tengo pendiente ver. La vida es algo más que la suma de sus partes.