viernes, 15 de julio de 2011

150 palabras

Puedo contarte en menos de 150 palabras que son casi las cuatro de la madrugada y ando desde hace horas buscando algo que mañana leas y te haga sonreir. Pero todas mis palabras no servirán de nada si no crees la historia de los labios que resucitan instantáneamente, sin ni siquiera tener que esperar los tres días de rigor. Ya sé que todos tenemos una historia que no puede ser contada, que alguna vez oxidó el corazón, pero no puedes olvidar el millón de razones que inclinan la balanza a escribir en plural, y que lanzan el pasado bien lejos. Las palabras se me acaban, y, con lo poco que te conozco, no sé si habrá sido suficiente, pero no pasa nada, ya verás, estoy convencido de que pronto podré explicar como mi sentimiento favorito, volvió a ser mi sentimiento favorito.