domingo, 30 de septiembre de 2012

Plutón

Desde que Plutón ya no era un planeta del Sistema Solar, Jon estaba vacío. A mí me parecía una tontería, aunque en el fondo me preocupaba que lo usara como una especie de metáfora para decirme que todo lo que está lejos acaba dejando de tener valor. A veces estaba seguro de que Jon sabía perfectamente que yo ya no le quería y por eso me intentaba poner contra las cuerdas con sus tonterías del espacio. Yo era inmaduro, autocompasivo y egoísta, y con tal de no tener que hacerme frente a mí mismo, deseaba que la disociación que yo sentía al estar con él, no la sintiera él al estar conmigo. "Algo va mal", me dijo cuando llegué a casa.


viernes, 21 de septiembre de 2012

Un equipo

Lo he leído todo. Apareces desde la primera página, aunque pronto pierdes protagonismo. Estoy tan cerca de ti. Más que nunca. Más que cuando esperaba. Y más que cuando no tenía que esperar. Nuestra distancia se acorta, como siempre que se acerca Octubre. Sé que era así como tú te sentiste en el lugar que ahora yo ocupo. Y no estoy diciendo que hoy que te entiendo todo dé igual. Tú mantienes tu victoria y yo mantengo mis 22. Pero ahora yo también estoy corroído. He ganado. Como tú. A cualquier precio. Supongo que eso nos deja en la misma posición. Supongo que volvemos a jugar en el mismo equipo.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Septiembre

Había entrado con un pensamiento completamente distinto al que tenía desde hacía un par de meses. Y perfectamente podía ser el reto más difícil de cuantos Septiembres había vivido. Pero ahí estaba él. Si le vieras cuando le da el sol en los ojos entenderías todo lo que digo. Es como si hubiera estado en sitios en los que ni siquiera antes había pensado. Y como si encendiera de golpe todo lo que antes había estado apagado. Esperando.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Corea

Ella llevaba razón. Se había pasado la tarde tratando de convencer a los chicos de que si Corea eliminaba a Italia, también podría eliminar a España del mundial. El resto no le hacían caso porque, según ellos, sólo era una chica. Mientras hablaba, me miraba y yo sentía que sólo hablaba para mí, y, en cierto sentido, así era. Con los años me enteré de que no era casualidad y entendí que fui un estúpido por dejarla pasar.