Tenía la mirada perdida, o, al menos, yo no la podía encontrar. Estaba parado delante de mí, como si se le hubiese agotado la batería. En ese momento habría hecho cualquier cosa, le hubiera traído a Plutón de vuelta si me lo hubiera pedido. Pero no hice absolutamente nada. ¿Cómo puedo seguir triste por lo de aquel año? Plutón está otra vez aquí, con los fallos, el futuro aterrador, los coches por el cielo y nosotros convertidos en máquinas.
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